El tiempo es un hechizo macabro/ que hace/ de un concreto momento de felicidad/ una ilusión;/ de todo, nada/ de un héroe, un fantasma; entonces, cuando no queda en este lío ni un solo héroe en pie; cuando la tragedia fascista vuelve como farsa democrática aquí y allá, la poesía se quiere conjuro, contra el tiempo en sí, contra la muerte, pero también contra el peso de la historia.
Los poemas de Orlante dan cuenta tanto de esa captura como de la caída en el fango de la realidad, y lo hacen tomando elementos de la tradición para cantarle a la resurrección de la rebeldía […].
Carla Sagulo
El tiempo es un hechizo macabro/ que hace/ de un concreto momento de felicidad/ una ilusión;/ de todo, nada/ de un héroe, un fantasma; entonces, cuando no queda en este lío ni un solo héroe en pie; cuando la tragedia fascista vuelve como farsa democrática aquí y allá, la poesía se quiere conjuro, contra el tiempo en sí, contra la muerte, pero también contra el peso de la historia.
Los poemas de Orlante dan cuenta tanto de esa captura como de la caída en el fango de la realidad, y lo hacen tomando elementos de la tradición para cantarle a la resurrección de la rebeldía […].
Carla Sagulo